lunes, 9 de abril de 2012

PERRONES. El renacimiento de la banda de narcos salvadoreños


twitter: @HsilvAvalos

Los datos más recientes de cuerpos de inteligencia centroamericanos indican que uno de los socios juniors de Los nuevos Perrones acaba de adquirir tierras en una bahía salvadoreña a la que empiezan a llegar sumergibles colombianos con capacidad de transportar hasta 10 toneladas de cocaína. Hace poco, en Washington, el General Douglas Fraser, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, reveló que la inteligencia militar estadounidense ha detectado el uso frecuente de estos aparatos en el corredor Pacífico de la droga. Las nuevas propiedades de la banda incluirían un importante centro de almacenaje en un isla del Golfo de Fonseca


Foto de la pista de cuarto de milla construida en San Miguel por Juan María Medrano.
Uno de los nuevos rostros de la banda Los Perrones fue socio de Medrano en el negocio de
autos rápidos que Los Perrones desarrollaron en San Miguel.

Los Perrones, la banda de narcotraficantes del Oriente salvadoreño que perfeccionó el lavado de dinero, la creación de fachadas comerciales para encubrir ganancias y logística, y que consolidó viejas rutas de contrabando en la primera avenida terrestre salvadoreña para la cocaína, perdió operatividad luego que sus principales líderes, Reynerio Flores Lazo y Juan María Medrano (aka Juan Colorado), fueron arrestados en 2008 y 2009 respectivamente. El fundador de la banda José Natividad Luna Pereira, alias Chepe Luna, sigue prófugo, al parecer en Honduras, donde se refugia desde 2006 cuando gracias a sus contactos de alto nivel en la PNC salvadoreña logró evadir un operativo internacional de captura (ver post del 24 de marzo: Operación Fracaso).

A finales del año pasado, la banda había vuelto a recuperar buena parte de su capacidad operativa y, hoy, según dos informes recientes de la inteligencia salvadoreña, la banda ha recuperado el contacto directo con uno de sus principales padrinos, el capo mexicano Joaquín Loera Guzmán, el Chapo.

La información indica que los furgones de Los Perrones han vuelto a mover importantes cantidades de coca desde Peñas Blancas, en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua; que los herederos de Chepe Luna, Reynerio y Juan Colorado han retomado la red de infiltración estatal en Honduras y El Salvador; y que uno de los socios más recientes de la banda ya ha hecho varios viajes de exploración para buscar inversiones en Cuba.

Los datos más recientes de cuerpos de inteligencia centroamericanos dan cuenta de que uno de los socios juniors de Los nuevos Perrones acaba de adquirir tierras en una bahía salvadoreña a la que empiezan a llegar sumergibles colombianos con capacidad de transportar hasta 10 toneladas de cocaína.

Algunas revelaciones extraídas de los informes y expedientes de investigación e inteligencia más recientes elaborados en El Salvador, Nicaragua y Costa Rica (se omiten a propósito nombres de los narcotraficantes, funcionarios públicos e inversionistas por ser estas investigaciones en curso):

  • Desde 2011, la banda ha retomado su centro neurálgico de operaciones en Pasaquina. Uno de sus nuevos líderes ha viajado por tierra desde esa ciudad unionense hacia Honduras y Nicaragua para reunirse con el Chapo Guzmán o sus agentes.

  • El 23 de noviembre de 2011, uno de los nuevos líderes de la banda y dos de sus lugartenientes viajaron a un pequeño pueblo del Atlántico hondureños a bordo de tres todoterrenos. En el poblado conocido como La Brea los tres salvadoreños tenían programado reunirse con el Chapo entre el 24 y el 27 de noviembre.

  • Poco antes de eso, el 11 de septiembre de 2011, autoridades de Costa Rica habían decomisado 140 kilos de cocaína en Peñas Blancas. La inteligencia de aquel país sospecha que la droga es de Los Perrones y sus socios, al igual que otros 290 kilos decomisados el 25 de marzo en la misma frontera entre Costa Rica y Nicaragua.
  • Chepe Luna ha rearmado su grupo hondureño y ha establecido nuevos contactos con salvadoreños para ampliar su red de lavado. Una casa de arquitectura moderna, ubicada en el Boulevard Morazán de Tegucigalpa, ha servido de centro de reuniones al grupo de Luna.
  • Uno de los lugartenientes de Luna se reunió a finales del año pasado en Roatán con uno de los nuevos socios salvadoreños, un empresario.
  • Un testaferro de la banda compró cerca de 70 manzanas en la bocana La Chepona, en la Bahía de Jiquilisco. Investigadores salvadoreños han informado sobre un submarino que ha recalado en el lugar para desembarcar droga. El testaferro también aparece en los registros como dueño de 17 gasolineras en El Salvador. Por la compra de los terrenos en La Chepona recibió 790,000 dólares y hace poco compró un yate. (Reporte de El Diario de Hoy sobre los últimos movimientos de Los Perrones)
  • Otro de los nuevos socios de la banda ha viajado cuatro veces a Cuba en busca de contactos y oportunidades de negocios.
  • En julio de 2010, dos gerentes de un banco privado de El Salvador ofrecieron préstamos personales a socios de Reynerio Flores.


1 comentario:

  1. Escandaloso. Siguen delinquiendo porque la posibilidad de purgar una pena de prisión es escasa, y ellos lo saben; no es por la cantidad de años con la que está sancionado el(los) ilícito (s) que los delincuentes ponderan cometerlo o no sino porque saben si la posibilidad de ser procesados y condenados es real. Ya basta de hacernos reír y de tomar como carta de presentación las capturitas de personas que son víctimas de estos verdaderos causantes del daño social. Con investigaciones miopes y sesgadas como la del caso Reynerio, era obvio que la banda no iba a morir. Para que sirven las autoridades represoras del delito? en casos como este si que realmente no debe tenerse piedad pues el móvil es avaricia y no hambre o causa la falta de atención y educación temprana. Peor aún: todos lo vemos tan normal...

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