lunes, 19 de agosto de 2013

En Boston se decide sobre la justicia en el caso Jesuitas

El jueves 22 de agosto a las 9:00 a.m. el juez Donald Woodlock abrirá la audiencia para dictar sentencia contra el coronel Inocente Orlando Montano, que en 2012 se declaró culpable de fraude migratorio y perjurio por mentir, en sucesivas aplicaciones al TPS, que nunca había pertenecido a una institución o grupo armado. El Gobierno de los Estados Unidos ha pedido 51 meses de prisión para Montano, la máxima pena aplicable para este tipo de delitos. Si el juez concede una sentencia larga, dicen especialistas en Washington y Madrid, podrá dar tiempo a funcionarios de ambas capitales a tramitar la petición de extradición que Eloy Velasco, el juez sexto de la Audiencia Nacional de España, hizo en 2011. Y si Montano llega a Madrid, Velasco podrá abrir el proceso a etapa de sumario, con lo que todo lo asentado en las investigaciones se abriría al público.

Otros textos que he escrito sobre este caso:

http://aulablog.net/2013/04/05/is-the-truth-finally-arriving-in-el-salvador/

http://www.democracyinamericas.org/around-the-region-blog/hector-silva-avalos-the-montano-affair-a-last-chance-for-justice/

Aquí el texto publicado el martes 20 de agosto de 2013 en La Prensa Gráfica

Extracto de la acusación presentada al Juzgado Sexto de la Audiencia Nacional de España




España ya pidió a EUA que entregue a Montano por caso Jesuitas


El futuro inmediato de Inocente Orlando Montano pasa una corte de Massachusetts, EUA, que el jueves decidirá si lo manda a la cárcel y por cuánto tiempo en un caso por fraude migratorio y perjurio. Lo que sigue para el militar, implicado por un juez español en la masacre de los jesuitas en El Salvador, pasa por la petición de extradición que la Audiencia Nacional en Madrid hizo a Washington en 2011.

Héctor Silva Ávalos*

La justicia española propuso el 4 de noviembre de 2011 por primera vez al Gobierno de Madrid que solicitara a Estados Unidos la extradición del coronel Inocente Orlando Montano, procesado en España por los delitos de asesinato, terrorismo y crímenes de lesa humanidad o contra el derecho de gentes relacionados a los asesinatos de 6 sacerdotes jesuitas y dos de sus empleadas en San Salvador el 16 de noviembre de 1989. Así consta en el auto de sumario 97/2010 del Juzgado Central de Instrucción número 6.

Se ha acordado proponer al Gobierno de España interese del Gobierno de los Estados Unidos de América se solicite a la Autoridad Judicial competente la extradición del indicado procesado para ser enjuiciado por los tribunales españoles por los delitos por los que fue procesado y concretamente por la audiencia nacional. Y es por lo que espero se autorice la extradición de Inocente Orlando Montano...”, dice el oficio firmado por el juez Eloy Velasco.

Una fuentes judicial española asegura que el proceso ya está en trámite formal y que ya hay pláticas entre Washington y Madrid al respecto.

Velasco también pidió en extradición a otros 14 militares relacionados con el caso jesuitas. Esos oficiales, miembros todos del alto mando de la Fuerza Armada cuando miembros el Atlacatl perpetraron la masacre en el campus universitario, viven en El Salvador, pero la posibilidad de que comparezcan por los asesinatos ante el juez en Madrid se cerró luego que el Gobierno de Mauricio Funes decidiera no hacer efectivas las órdenes internacionales de repatriación y captura giradas por la autoridad judicial española en mayo de 2011.

Ponce (fallecido), Bustillo, Montano y Zepeda, 4 acusados



Hoy, dice la fuente española, si Montano es extraditado a Madrid tras cumplir la sentencia que le imponga el tribunal que en Boston lo procesa por fraude migratorio, el juez Eloy Velasco contará con un acusado presente y podrá abrir el juicio por la masacre, con lo cual todos los testimonios e investigaciones hechos hasta la fecha quedarán asentados en la corte.

El proceso legal en España inició a principios de 2009 por petición del Centro deJusticia y Rendición de Cuentas basado en San Francisco, Estados Unidos y la Asociación Pro Derechos Humanos de España en representación de las víctimas.

En Boston

El juez Donald Woodlock está a punto de cerrar el primer capítulo de la saga judicial del coronel Montano, el único de los militares salvadoreños acusados de participar en la planificación, ejecución y encubrimiento de la masacre que, hasta ahora, ha debido responder frente a un juez por aquellos hechos.

El próximo jueves 22 de agosto, en una de las salas del edificio judicial Joseph Moakley de Boston, el juez Woodlock abrirá la audiencia definitiva de sentencia contra Montano, quien en diciembre de 2012 se declaró culpable de perjurio y fraude migratorio por mentir en su aplicación para optar el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés).

Fuentes judiciales cercanas al caso aseguran que el juez oirá testimonios de expertos para determinar si los alegatos de violaciones a los derechos humanos que pesan contra Montano, entre ellos su participación en la masacre de la UCA, pueden considerarse antecedentes criminales suficientemente graves como para imponer la prolongada pena que pide el Gobierno: 51 meses en prisión, es decir, cuatro años y tres meses.

Óscar Cruz Jr., el defensor del coronel Montano, ha pedido al juez Woodlock que otorgue medidas sustitutivas, como arresto domiciliar.

La Fiscalía cuenta con el testimonio experto de Terry Lynn Karl, una catedrática de la universidad de Stanford, en California, que ha brindado testimonio en otros casos que el Gobierno estadounidense ha abierto contra militares salvadoreños. La defensa ha presentado, como testigo de descargo, al general Mauricio Ernesto Vargas, uno de los firmantes del Acuerdo de Paz salvadoreño y ex compañero de tanda de Montano en el ejército.

Los abogados, tanto el fiscal como el defensor, tienen el derecho de llamar a los testigos al estrado para contra-interrogarlos.

Al final de la audiencia, que está programada a iniciar el próximo jueves a las 9 de la mañana y puede prolongarse más de un día, Woodlock deberá anunciar su decisión respecto al tiempo que Montano pasará en la cárcel o, si es el caso, si le dará alguna medida sustitutiva.

Fuentes políticas y judiciales en Washington han explicado que el tiempo de prisión es clave de cara a la petición española de extradición.

La relación entre la sentencia de Boston y el caso en España, explica una fuente del congreso estadounidense y una judicial española, es que si Woodlock da una sentencia larga, Washington y Madrid tendrán tiempo suficiente para evadir cualquier obstáculo procesal, judicial o político en el proceso de extradición.

El asunto del pasado criminal

Según el expediente criminal 12-CF-10044 introducido por los fiscales John A. Capin y Donald L. Cabell a la corte distrital de Massachusetts a las 2:42 de la tarde del 8 de febrero de 2012, Inocente Orlando Montano reside en Estados Unidos desde 2002 y mintió sobre su pertenencia a un grupo armado y sobre su fecha exacta de entrada al país en sucesivas aplicaciones al TPS.

El 14 de enero pasado, el juez Woodlock llamó a la primera audiencia para emitir sentencia contra Montano por esos cargos, pero la decisión se postergó porque la defensa pidió tiempo para refutar los argumentos de los fiscales.

El Gobierno de Estados Unidos había alegado que las violaciones a los derechos humanos atribuidas a Montano cuando fue Viceministro de Defensa en El Salvador y en otros puestos de mando en el ejército valían como antecedentes criminales, una de las dos variables que la ley estatal de Massachusetts da a un juez para determinar tiempo en prisión -la otra variable es la gravedad del delito.

La profesora Karl preparó un documento que la Fiscalía presentó a la corte el 12 de enero de 2013, en el cual sostiene que Montano participó en una conspiración para asesinar a los jesuitas y luego en una operación institucional de encubrimiento que abarcó a todo el estado salvadoreño.

Además, la catedrática presentó una base de datos en la que incluyó todas las posiciones de mando del coronel y casos de violaciones de derechos humanos atribuidos a tropas bajo su mando: 1,169 casos de violaciones, que incluyen al menos 65 asesinatos, 520 víctimas de torturas y 51 desaparecidos.

La defensa alegó que el coronel está limpio, y como prueba presentó hojas de récord policiales emitidas en El Salvador y cartas firmadas por ex funcionarios salvadoreños, entre ellos el ex presidente Alfredo Félix Cristiani, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas cuando Montano era parte del alto mando y cuando ocurrió la masacre de la UCA.

En una respuesta escrita al testimonio de Karl, introducida por la defensa el 15 de abril de 2013, el general Vargas alega que Montano es un oficial “decente” que “defendió al país de un ataque” y que no tenía porque estar enterado si sus subalternos cometían violaciones a los derechos humanos.

El 12 de agosto, el Gobierno de Estados Unidos volvió a responder en un duro escrito en el que, de entrada, desacreditan a Vargas como testigo confiable porque, dicen, fue colega de tanda de Montano, no cumple con el requisito de tener credenciales académicas que lo acrediten como experto y él mismo ha sido acusado de violaciones a derechos humanos. La defensa también destaca que Montano fue entrenado por Estados Unidos, algo que el fiscal Capin considera irrelevante.

El Salvador, sus crímenes de guerra, y de una de sus masacres más emblemáticas llegarán otra vez a la corte de Boston en unos días. Y aunque este no es un juicio sobre la historia de la guerra civil salvadoreña o sobre la masacre en la UCA, el juez Woodlock sí decidió que revisar el pasado del coronel Montano para determinar si violó derechos humanos de sus compatriotas cuando estuvo de alta en el ejército.

*El autor es Investigador Asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la American University en Washington, DC.






1 comentario:

  1. En la Foto en blanco y negro de los 4 militares, me parece que hay un error. el segundo de izquierda a derecha creo que es Rafael Humberto Larios.

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